Los seres humanos no hacemos más que rastrear, investigar, emprender búsquedas que nos ayuden a entender lo que somos, o al menos a darle sentido. Cada uno, eso sí, indagamos en la medida de nuestras posibilidades y aunque los verdaderos hallazgos deberían brillar, a veces las narraciones fáciles –incluso falsas– los sepulta entre los escombros del olvido.
Entre los que defienden que el ser humano por su propia naturaleza es agresivo, violento, materialista, utilitarista y egoísta, están autores como: Nicolás Maquiavelo, Charles Darwin, Sigmund Freud, Friedrich Nietzsche, Carlos Marx y Thomas Hobbes. Hobbes lo resumía en la frase: “el hombre es un lobo para el hombre”.
En la Biblia, en el primer libro del Génesis se describe la creación realizada por Dios como un mundo exento de maldades y sufrimientos, sin embargo, con el pecado original Adán y Eva tuvieron descendientes como Caín que da origen a la violencia humana matando a su hermano Abel.
Entre los que defienden que el ser humano por su propia naturaleza no es agresivo, es pacífico y cooperativo, están autores como San Agustín quien señala que el hombre nace recto y es su libre albedrío el que puede corromperle o no. En cambio, Juan Calvino y Martín Lutero defienden que algunos hombres están predestinados al reino de los cielos, esto es nacen buenos y mueren buenos, y en tanto que otros no.
En la misma línea Jean Jacques Rousseau sostenía que el hombre era naturalmente bueno y que la sociedad podía o no corromperle. También así se manifiestaban los psicólogos Alberto Bandura y Ashley Montagu que defiendían que el comportamiento humano no se heredaba genéticamente, sino que se adquiería por observación e imitación. John Lewis defiende la naturaleza no violenta del hombre en su excelente libro titulado: “Hombre y evolución”.
Por otra parte, la antropóloga Helen Schwarztmann al estudiar los comportamientos de los niños del Pacífico destaca que no existían los conceptos de ganar y perder en los juegos infantiles.
Otro autor contemporáneo es Jeremy Rifkin que en su libro “Civilización Empática” destaca la paradoja entre Empatía y Entropía. Esta paradoja dice esencialmente que a medida que la humanidad desarrolla más empatía, como consecuencia de los avances tecnológicos, el aumento de la población y la actividad económica, el impacto medioambiental es mayor y con él la entropía se hace también mayor.
Entre la tesis según la cual el ser humano por su propia naturaleza es agresivo, violento, materialista, utilitarista y egoísta, y la tesis de que por naturaleza es un ser pacífico y cooperativo, me inclino por esta última.
Escrito por Pablo Coto Millán. Director del máster de comercio, transportes y comunicaciones internacionales. Master Transcom de la Universidad de Cantabria.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarle publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de sus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Para más información consulte la política de cookies
Puede aceptar todas las cookies pulsando el botón "Aceptar" o rechazar o configurar uso pulsando el botón "Configurar".
Estas cookies son necesarias para que el sitio web funcione y no se pueden desactivar en nuestros sistemas. Por lo general, solo se establecen en respuesta a las acciones realizadas por usted que equivalen a una solicitud de servicios, como establecer sus preferencias de privacidad, iniciar sesión o completar formularios. Puede configurar su navegador para que bloquee o le avise sobre estas cookies, pero es posible que algunas partes del sitio no funcionen en ese momento.
Cookies utilizadas:
Estas cookies permiten mejorar la funcionalidad y la personalización, como videos, chats en vivo y su idioma preferido. Pueden ser establecidos por nosotros o por proveedores externos cuyos servicios hemos agregado a nuestras páginas. Si no permite estas cookies, es posible que algunas o todas estas funcionalidades no funcionen correctamente.
Estas cookies nos permiten contar las visitas y las fuentes de tráfico, para que podamos medir y mejorar el rendimiento de nuestro sitio. Nos ayudan a saber qué páginas son las más y las menos populares y a ver cómo se mueven los visitantes por el sitio. Toda la información que recopilan estas cookies es anónima. Si no permite estas cookies, no sabremos cuándo ha visitado nuestro sitio.
Estas cookies se establecen a través de nuestro sitio por nuestros socios publicitarios. Estas empresas pueden utilizarlos para crear un perfil de sus intereses y mostrarle anuncios relevantes en otros sitios. Si no permite estas cookies, no experimentará nuestra publicidad dirigida en diferentes sitios web.
Estas cookies son necesarias para mostrar contenido de redes sociales como facebook, twitter, pinterest, etc. De tal forma que puedas compartir nuestro contenido con tus redes sociales favoritas.